Sinopsis
María está aterrada, la enfermera tiene el mando y parece dispuesta a resarcirse del chantaje al que le ha sometido. El trastorno crece, María le sorprende hablando sola y cuando trata de pedir ayuda, Vilches le narcotiza. María despierta y comprueba que la enfermera está dispuesta a todo y nadie puede ayudarla. El prestamista, en tono chulesco, exige a Prudencio aceptar nuevos tratos con él, sabe que ya no tiene el favor de la Montenegro. Prudencio le cuenta a Lola lo sucedido, ambos están prevenidos y a la espera de que el usurero ponga sus condiciones. En nueva visita, Armero le exige un dinero al mes y elevar los intereses que cobran por sus préstamos, de lo contrario, su vida y la de Lola corren peligro. D. Anselmo cuenta a D. Berengario que el rumor más difundido es el que cuestiona su paternidad, muchos creen que Esther es una impostora, quizá le ha mentido con su edad y puede que las malas lenguas no se equivoquen. Por si fuera poco, Dolores persiste en sospechar, cree que oculta algo. A Esther se le cae el mundo cuando aparece en casa su propia madre, Marina. El desánimo se va haciendo con los vecinos, al ver cómo sus paisanos aceptan una miseria por sus tierras y se van marchando. García-Morales se regodea delante de Carmelo que contiene su ira y le sugiere que lea un artículo demoledor del periódico, donde Anacleto habla sobre su arrogancia y mala gestión, en el asunto del llenado del embalse. Francisca y Raimundo comentan lo publicado y lo que puede provocar, no saben si mejorara o emporara la situación.