Sinopsis
Raimundo detalla a Marcela su periplo de los últimos tiempos. Francisca y él, fueron a Madrid, pero la añoranza les pudo y se fueron apagando hasta decidir tomar distancia el uno del otro. Han pasado dos meses, añora a su mujer y ha regresado por si ella hubiera decidido hacer lo mismo. Marcela le cuenta que Matías cumplía cárcel por sublevarse y amotinarse, pero en una carta recibida hace dos meses indica que ha sido amnistiado. Desde la plaza Tomas observa su llorera.
D. Ignacio alaba la rectitud de Pablo y su eficacia durante el secuestro. Pablo quiere contarle sus amores con Carolina, pero no se ve capaz. Carolina se lo reprocha y le reta a contarlo antes de su marcha a la mili. Marta y Rosa no pueden dormir, siguen afectadas por lo sucedido. D. Ignacio comenta con Urrutia la llegada de una nueva maquinaria a la fábrica y, de paso, le agradece su entrega y valentía en el secuestro. Rosa tiene un encuentro muy cautivador con Adolfo. Marta pide a su padre retrasar la vuelta a Bilbao alegando lo convulso del panorama político y él, se queda encantado de posponerlo. Llegan malas noticias del juzgado para D. Ignacio.
Tomas comenta a su madre y hermano la llegada de Raimundo y la marquesa les pone al día de quién es y la alegría que le daría si viene a recuperar La Casona. Para ella, echar a los Solozábal de allí sería un placer. La marquesa y sus hijos se acercan a la plaza con la idea de agradecer a Dios el desenlace del secuestro y hacer un donativo a D. Filiberto. Tomas no quita ojo a la posadera y Adolfo repara en ello. El capitán Huerta y Mauricio llevan a la casa de la marquesa una citación judicial para que Adolfo declare sobre el secuestro.