Sinopsis
Rosa advierte el largo cruce de miradas que se lanzan Adolfo y Marta, y Manuela, rompe un vaso para acabar con esa tensión extrema. D. Ignacio acepta el cortejo, pero los planes de boda se posponen un tiempo prudencial. Carolina remata la carta que Manuela le sugirió y se la entrega a ella para enviarla al sanatorio suizo donde reside su madre. A solas, Manuela guarda la carta de
Carolina en una arqueta en la que va acumulando un buen lote de misivas. D. Ignacio despide a Ramón que regresa a Bilbao. Manuela presiona a Marta para que se olvide, vea a Adolfo como un cuñado y se reconcilie con su hermana. Marta intenta que Rosa le perdone, pero ésta, no cede.