Sinopsis
Una niña de 10 años con sobrepeso, Jessica Simms, le dice a su madre que no se encuentra bien y no quiere ir al colegio. Cree que los niños la odian. La madre la convence de que vaya y en clase de gimnasia se queja de un dolor en el pecho. El profesor la anima a seguir con su ejercicio hasta que la pequeña sufre un infarto.
En el hospital, como consecuencia de la reorganización producida tras la llegada del nuevo presidente del consejo, Cuddy pregunta a House si ha tomado ya la decisión sobre el médico al que va a despedir como ha exigido Vogler, y le da una semana de plazo. Poco después, Cameron explica a House el caso de Jessica. El equipo no se puede creer que una niña de 10 años haya sufrido un infarto, pero seis pruebas lo confirman. Según Chase, no se trata más que de una niña demasiado obesa y deprimida. Sin embargo, House es de la opinión de que todos los médicos que la han visto hasta ahora no han llegado al fondo del asunto.
Foreman se pregunta sobre la condición genética de la niña y Cameron sugiere un síndrome metabólico X, que podría causar un ataque al corazón. House comenta a su equipo las pruebas que le tienen que hacer y de paso les advierte de que tendrá que despedir a uno de ellos antes de que acabe la semana. Los médicos se quedan de una pieza.
Cameron explica a la madre de Jessica el síndrome de su hija y le dice que se puede controlar con dieta y ejercicio, algo con lo que la madre no está de acuerdo porque hasta el momento han seguido todos los consejos de los nutricionistas sin ver resultados. Mientras, el ambiente entre los médicos del servicio de House se vuelve imposible porque desconfían unos de otros por la presión de saber que van a despedir a uno.
Cuando el equipo realiza a Jessica el test HEC, la niña tiene una crisis violenta y Foreman explica a su madre que es común que la hipoglucemia provoque psicosis cuando se realiza esta prueba. Pero al conocer los resultados, House dice que la niña no padece hipoglucemia, así que la psicosis se debe a otro factor que todavía desconocen. Chase sugiere trombos, lo que descarta Cameron. Podría ser resultado de una liposucción, pero esa intervención no aparece en el informe médico de Jessica. House considera que se podría tratar de un tratamiento con pastillas para adelgazar que no se haya visto en las pruebas de toxicología. Dice que le administren una medicación para evitar otros trombos y pide a Foreman que se encargue de descubrir las pastillas para adelgazar que ha estado tomando.
Foreman se queja a House porque ha provocado el enfrentamiento entre los médicos y le pregunta a quién va a echar; él mismo sugiere que sea Chase porque cree que no aprecia realmente su trabajo. House se muestra sorprendido de que Foreman se haya atrevido a nombrar a alguien. Vogler, por su parte, se acerca a Cameron para ofrecerle su ayuda si es ella la que se tiene que ir.
Mientras, Foreman va al colegio de Jessica y pregunta a su profesora si la ha visto alguna vez con pastillas. Se entera de que la niña no tiene amigos y va a hablar con la delegada del sexto curso que le dice que se pasa los recreos corriendo porque nadie quiere jugar con ella, pero sabe que toma píldoras para adelgazar. Aunque la señora Simms niega que su hija tome adelgazantes, Jessica admite que los toma por su cuenta y rompe a llorar porque se siente fea y repugnante. Así pues, parece que al final hay algo que explica los síntomas. Pero algo nuevo sorprende a los médicos: en el cuerpo de la niña aparecen enormes llagas que sangran, una necrosis cutánea.
El equipo discute sobre los medicamentos que han administrado a la pequeña y las fricciones entre ellos van en aumento. House cree que Cameron ha cometido un fallo al administrarle warfarina. Vogler, por su parte, trata de descubrir cómo son los médicos que trabajan con House y se va acercando a cada uno de ellos para conseguir información.
Cameron está en el laboratorio cuando House entra para hablarle del error que cometió con la medicación de la niña. Aprovecha para preguntarle a quién echaría ella y Cameron sugiere que les rebajen el sueldo un poco a todos para que nadie tenga que irse. Al día siguiente, House anuncia a Vogler y Cuddy que ha tomado ya la decisión: quiere un recorte del 17% del sueldo de cada uno de ellos para no tener que prescindir de ninguno. Pero Vogler rechaza la propuesta porque, según él, el problema no es de dinero, lo que quiere saber es si House hará lo que le ordene sin tener en cuenta lo incómodo que le resulte.
Cuando House se reúne con su equipo, le explican que la necrosis de la niña empeora de tal manera que puede morir en cuestión de horas y tienen que detenerla antes de que penetre la pared abdominal. Wilson y Foreman comunican a la señora Simms que una mastectomía radical es la única posibilidad de que Jessica sobreviva porque la necrosis ataca al tejido graso. La madre se desespera por tener que someter a su hija a una intervención tan traumática.
Cameron va al despacho de House para echarle en cara que al insistir en que ella ha cometido un error la coloca en bandeja para que la despidan y le pregunta si puede manejar sus sentimientos hacia ella. Él le responde que es la única que ha mostrado sentimientos y que quizá eso demuestra que quiere que la despidan.
Paralelamente, durante sus consultas obligatorias House trata a una mujer gordita que llega con ardor de estómago. Al hacerle análisis descubren que tiene en un ovario un tumor benigno de 12 kilos. Lo increíble es que no está dispuesta a que se lo extirpen, prefiere el tumor a tener una cicatriz que disminuya el deseo sexual de su marido.
Mientras tanto, en el despacho de Vogler continúan las conspiraciones. Cuando Chase se acerca a exigirle que cumpla con él porque ha sido el espía que le ha estando contando los secretos del servicio, Vogler contesta que si al final House lo despide buscará otro topo y asunto resuelto.
Y sigue sin haber cambios en la necrosis de Jessica. House se pregunta si realmente Cameron no se equivocó con la warfarina y la obesidad de la niña es sólo un efecto, no la causa. ¿Podría ser hipotiroidismo? Los padres son ambos grandes y fuertes, pero Jessica es baja. House empieza a atar cabos. La talla, la presión de la sangre, los trombos y la obesidad son todos síntomas de la enfermedad de Cushing. Incluso puede explicar la necrosis en casos aislados.
Sólo les queda una hora para actuar y deben decidir si le hacen la mastectomía o la tratan de la enfermedad de Cushing. Pero si se equivocan, la niña morirá. Le realizan todo tipo de pruebas y un tumor que descubren demuestra que tiene la enfermedad. Le explican la situación a la madre: la operación para quitar el tumor es peligrosa por el lugar del cerebro en que está situado. Con una sofisticada técnica realizan la intervención que finalmente es un éxito.
Días después, una Jessica más delgada vuelve para un chequeo. Chase, Foreman y Cameron se alegran de que le vaya tan bien. House se acerca al despacho de Vogler para anunciarle su decisión sobre el médico que va a despedir: será Chase. El nuevo presidente del consejo se vuelve a mostrar como un tirano y exige que elija a otro. No le vale Chase.