Sinopsis
Una mujer embarazada, Naomi Randolph, va conduciendo con su marido ligeramente bebido en el asiento del copiloto cuando de pronto se siente mal y se le va el coche. Sean coge el volante para evitar un accidente y se les acerca un policía. Ella intenta pasar al asiento trasero y sufre un desmayo.
En el hospital, los análisis muestran fallos en el hígado y los pulmones. Naomi se pone nerviosa porque, según les cuenta, tiene 39 años y ya ha perdido tres embarazos. A House le interesa el caso y busca el motivo por el que los embarazos se malogran. Piensa en una autoinmunidad que hace que el cuerpo muestre una reacción alérgica al bebé. Como quien no quiere la cosa, comunica a Foreman y a Chase que Cameron ha dejado el trabajo. Ellos se quedan de piedra, pero House continúa con las pruebas de la paciente como si la cosa no fuera con él. La ecografía no muestra sufrimiento fetal, pero el estado de Naomi empeora y los médicos descubren que se ha desencadenado un parto prematuro. La medican para detener las contracciones.
House anda por el hospital tratando de escabullirse de Vogler pero en un momento lo acorrala en su despacho. House intenta hacerle olvidar su comportamiento durante el discurso que tenía que dar acerca de un nuevo medicamento de la farmacéutica de Vogler y argumenta que ha despedido a Cameron, como le había ordenado. El presidente del consejo ignora lo que le está diciendo y le exige que a la mañana siguiente firme su propia renuncia y que pida perdón públicamente. Si no lo hace, acabará con él.
Mientras, Foreman y Chase anuncian que las contracciones de Naomi están controladas y que el embarazo llegará a término. Discuten sobre la enfermedad y el tratamiento cuando Wilson llega para advertir a House de que el consejo se reunió por la mañana para hablar de su futuro. Sin embargo, el doctor House se siente muy seguro con su contrato porque es necesario el voto unánime del consejo para que lo rescindan. Wilson no es de la misma opinión, cree que Vogler encontrará la manera de salirse con la suya.
Durante sus consultas, House atiende a otros pacientes. Han llegado unos padres jóvenes, Joel y Rachel Kaplan, con un bebé que tiene neumonía y está desnutrido después de seguir una dieta vegetariana. House les dice que el bebé mejorará con un simple cambio de alimentación y ellos se sienten aliviados y dispuestos a hacer lo que les indican. Pero en ese momento entran unos asistentes sociales que acusan a los padres de negligencia en el cuidado del bebé. House, indignado, le pregunta a Cuddy si esa es la manera de Vogler de ir a por él, pero la directora le asegura que fueron las enfermeras las que se preocuparon por el estado del bebé y llamaron a los servicios sociales, y que de todos modos él fue un inconsciente por no avisar de un caso de abuso.
Mientras examinan a Naomi, empiezan a ver indicios que les hacen desconfiar y al final descubren un tumor en un lóbulo. Su organismo ha creado anticuerpos para luchar contra las células cancerígenas, lo que explica los problemas que tiene con el embarazo, pero no la pueden operar porque la enfermedad se ha extendido. Tiene el síndrome de Lambert-Eaton. Wilson le tiene que dar una mala noticia, en su estado, la esperanza de vida es de cinco años en el 15% de los casos, así que deben empezar con radioterapia y quimioterapia enseguida.
Naomi pregunta qué pasará con su embarazo. Los médicos tienen que practicarle una cesárea y el bebé tiene un 80% de probabilidades de sobrevivir al parto prematuro. Pero la madre se niega a que su bebé sufra ningún riesgo y decide no someterse a tratamiento.
Vogler se presenta ante el consejo del hospital con los cargos contra House: ha incumplido la orden de un paciente de no mantenerlo con vida artificialmente, ha escupido a un cirujano en el quirófano y ha aceptado un regalo de un conocido miembro de la mafia. Wilson sale en su defensa argumentando que ha salvado cientos de vidas, y Vogler dice que es un drogadicto, una desgracia y una vergüenza para el hospital. El nuevo presidente del consejo lo pone muy fácil: o House se va o será él quien se retire con su millones de dólares.
Durante la votación, todos, excepto Wilson, votan contra House, que se libra porque es necesaria la unanimidad. Pero Vogler no se da por vencido y ahora pide que voten también contra Wilson.
House dice a su equipo que tienen que convencer a Naomi para que se someta al tratamiento y sale en busca de Wilson. Por el camino lo buscan los Kaplan para implorarle ayuda argumentando que ellos siguieron los consejos de un nutricionista para alimentar a su bebé, quien les aseguró que la dieta era sana. House encuentra a Wilson en su despacho empaquetando sus cosas porque ha decidido dejar su puesto. Le dice que sólo le importan dos cosas en la vida: su trabajo y su amistad con House. Cuando va a hablar con Cuddy de lo que está pasando, ella le dice que será un buen médico, pero que no vale los millones de dólares de Vogler.
Después de escuchar una conversación entre Naomi y su marido que le hace sospechar, House le pregunta si realmente no ha tenido ningún hijo anteriormente. Ella le hace una confesión: cuando tenía 18 años tuvo una niña que murió del síndrome de Alexandre. Después se separó de su primer marido y trató de empezar una nueva vida desde cero. House la acusa de ser egoísta y no darse cuenta de que lo que realmente quiere su esposo es que luche contra el cáncer. Naomi se deshace en lágrimas y acepta someterse a una cesárea.
Cuando están a punto de empezar la operación de Naomi llega una orden de Vogler impidiendo que se inicie. House le acusa de matar a la paciente. La enferma se enfrenta a una situación crítica que pone a su marido en la disyuntiva de tomar la decisión de salvar su vida o la del bebé. Sean opta por la vida de su mujer, pero de todos modos le tienen que practicar la cesárea para salvar al bebé porque ella está a punto de morir. Mientras, Cuddy llega con unas pruebas que han realizado a la niña de los Kaplan que indica que padece el síndrome DiGeorge, y esa es la causa de que perdiera peso. House deja en manos de Cuddy el tratamiento que le tendrán que administrar porque asume que él ya no se podrá hacer cargo.
En la nueva reunión del consejo, Cuddy es la única que vota a favor de House porque ha salvado otra vida. Vogler se escandaliza y ella dice que a partir de ese momento es el dueño del consejo sin ninguna voz en contra. Se va de la sala para la votación. Más tarde, el equipo de House se reúne para celebrar que el discurso de Cuddy haya conseguido que cuatro miembros del consejo se enfrentaran a Vogler, pero la directora es de la opinión de que haber perdido los millones de dólares no representa una victoria para nadie.