Sinopsis
Clarence, un recluso que se encuentra en el corredor de la muerte, empieza a alucinar con al gente que ha matado, su novia, un rival de la banda, un policía. Mientras practica deporte sufre una crisis, grita, quiere que lo saquen de la habitación y cae con un colapso en el suelo.
En el hospital, House entra en el despacho de Cuddy y se encuentra con Stacy. Pide que le asignen el caso de Clarence porque le intriga que su corazón latiera tan deprisa que bombeó aire en lugar de sangre. Cuddy le pasa el caso con cierta precaución y House se va a la prisión.
La doctora Cameron ve a una paciente, Cindy, que necesita un certificado médico para su nuevo trabajo porque parece que tiene un poco de anemia y en su empresa la enviaron al hospital para que se haga más pruebas. Cuando Cameron ve los rayos x, se dirige sorprendida al doctor Wilson para que le confirme lo que está viendo, porque la paciente sólo tiene un poco de tos y eso no concuerda con lo que ve.
De vuelta con el presidiario, House le diagnostica hipoxic con fluido en los pulmones. Morirá en una hora si no tiene un respirador y aunque en la cárcel no son partidarios de que salga, House consigue a través de Stacy que envíen una ambulancia. El alcaide insiste en que ningún condenado a muerte cruza esas puertas.
Cameron presenta el informe de Cindy a House, quien inmediatamente diagnostica que tiene cáncer de pulmón con metástasis. A la paciente le quedan unos seis meses de vida. Cameron le apremia para que busque alguna solución, pero él le dice que lo único que tiene hacer es informar a Cindy de que está muriendo. Cameron no comprende por qué prefiere volcarse en el caso de un condenado a muerte antes que en el de Cindy. En cuanto al recluso, Foreman cree que la causa de la taquicardia es la heroína, así que House manda que le hagan un test de drogas.
Mientras el equipo de House examina a Clarence, el recluso despierta y sufre una violenta crisis. Llegan los resultados de las pruebas de drogas que son negativos. Los doctores tratan de descubrir qué causa los síntomas del reo cuando aparece Stacy enfadada para exigir una explicación de House porque la ha engañado al solicitar la salida de Clarence de la cárcel argumentando que era con el consentimiento de la directora del hospital, cosa que no es cierta.
Cuando ven los resultados de las últimas pruebas que le han hecho, los médicos creen que el recluso tomó una sustancia creyendo que era droga. House envía a Chase a la prisión para que investigue qué ha podido tomar, pero lo único que descubre es un montón de material de oficina en la celda del condenado a muerte. House enseguida tiene la respuesta: Clarence ha ingerido toner de impresora para intentar matarse. Entonces va a su habitación con una botella de güisqui y beben juntos. Lo que el paciente no sabe es que el alcohol contrarresta los efectos del toner y esto le evitará la muerte.
La vida del enfermo está a salvo, pero House todavía no ha terminado su trabajo y trata de que Stacy le cubra para ocultar la verdad y así evitar que devuelvan a Clarence al corredor de la muerte. Vuelve a ordenar una batería de pruebas y entonces Cuddy aparece en la habitación del paciente para darle el alta, porque Stacy le ha contado la verdad. Sin embargo, Clarence sufre una aguda crisis de dolor, que los médicos creen que finge para no salir del hospital. Pero los dolores son reales, House lo comprueba cuando levanta las sábanas y ve que está encharcado de sangre.
Mientras, Cameron sigue involucrada en el caso de la joven paciente a la que han diagnosticado un cáncer terminal. Se niega a creer en el diagnóstico, y sigue enfadada con House por la atención que está prestando al condenado a muerte en detrimento de la enferma de cáncer. Wilson discute con la doctora sobre el caso y le dice que lo acepte, las pruebas no dejan lugar a dudas, morirá pronto, y no puede tomárselo como algo personal porque será desastroso para ella.
House sigue volcado en el condenado a muerte. Se pregunta si su enfermedad no será la causante de los accesos de ira que le han llevado a matar a cuatro personas. Ordena un nuevo escáner que confirma su intuición. Tiene feocromocitoma, que provoca subidas de adrenalina, algo que ocurre muy pocas veces pero que explica su comportamiento. Al saber que los accesos de ira del condenado a muerte son consecuencia de reacciones físicas provocadas por el tumor, Foreman, que no había justificado al enfermo en ningún momento, decide presentarse como testigo a su favor en el juicio.
En una habitación del hospital, Cameron abraza a la enferma de cáncer mientras le comunica que va a morir.