Capítulo 3

La guerra civil provoca el caos y la anarquía en una ya de por sí revuelta Castilla y el ejército rebelde toma la iniciativa en la contienda. Isabel sufre por su hermano Alfonso y por sus deseos de convertirse en soldado, aunque la presencia de Gonzalo de Córdoba le da cierta tranquilidad. Lo que no sabe es cómo Pacheco le maleduca para tenerlo bajo su control.

Mientras, en la Corte sigue el curso de la vida, a pesar de la guerra. Y Beatriz de Bobadilla es prometida en boda, sin su consentimiento, a don Andrés Cabrera, mayordomo de Palacio. Isabel siente pena por la suerte de su amiga, que sufre el destino de las mujeres de su época de casarse con quien no desean.

Sin embargo, pronto sabrá que ella correrá la misma suerte ya que Enrique IV, poco amigo de las guerras, intenta pactar para evitar más sangre: ofrece a Pacheco casar a Isabel con Pedro Girón, hombre mujeriego y soldado sanguinario.

Isabel, desesperada, huye a caballo de Segovia con Beatriz poniendo en peligro su vida al caer en manos de una banda de salteadores de caminos. La intervención de Cabrera y la guardia real logra salvar sus vidas, haciendo que Beatriz mire con otros ojos a su prometido. Así comenzará una historia de amor que durará toda su vida.

Pero Isabel sigue destinada a una boda que es para ella el infierno en vida. Y reza a Dios para que se lo lleve a él o a ella antes de la boda. Y así sucede: Pedro Girón, de camino a reunirse con su prometida, muere repentinamente.

Pacheco cree que Chacón o alguien del bando de Isabel es el causante de la muerte de su hermano. Pero la causa es la venganza de un ciudadano anónimo por una de sus tropelías.