Sinopsis
El que prometía ser el gran día de Catalina y Pelayo ha transcurrido de una forma totalmente diferente. Tras lo sucedido, la hija del marqués solo admite el consuelo de su querida Simona. Mientras Cruz clama por ver frustrados sus deseos de alejar a Catalina, Lorenzo no oculta su satisfacción de poder ver pronto a su hijo Curro casado. Todo el servicio está abrumado por lo sucedido en el evento. El único que ve la parte buena de este infortunio es Samuel, que se dispone a llevar las sobras del convite al refugio con la ayuda de María Fernández. Manuel y Jana deciden intervenir para acercar posturas entre Pía y Rómulo de una manera poco ortodoxa.