Sinopsis
Enrique sufre una profunda depresión, situación por la que rompe a llorar frecuentemente y sin motivo. Preocupada por el deplorable estado anímico de su esposo, Araceli intenta animarle, pero nada parece consolarle. Al ver que los esfuerzos de su hija son infructuosos, Doña Charo receta a su suegro unas pastillas “milagrosas” que le animan de sobremanera. Inesperadamente, Enrique hace público su deseo de presentar su candidatura a la presidencia de la urbanización. La primera iniciativa de su campaña electoral consiste en la organización de una barbacoa para fomentar una mayor armonía vecinal.
Por otra parte, Javi recibe numerosas reclamaciones por parte de los propietarios para que se llene la piscina. Sin embargo, la existencia de una grieta en la estructura de la misma impide al presidente de la comunidad satisfacer los deseos de los vecinos. Fiel a su filosofía empresarial, la constructora se desentiende del problema, mientras Maxi y Coque peinan la zona sin lograr encontrar la fisura. Los problemas de Javi se agudizan cuando Lola, añorando la feliz época del noviazgo, le reprocha airadamente su excesiva dedicación a las tareas comunitarias.