Patadón y parriba

Deker, que había sido secuestrado por Satán, aparece en un campo de fútbol que coincide con uno de los dos puntos de la estrella de la profecía. Tiene adheridos al pecho quince kilos de explosivo y todo apunta a que representa la Fortaleza, la penúltima virtud con la que quiere acabar el demonio. Paco quiere acudir en ayuda de Deker ya que sabe que todavía no ha llegado su hora; Pepa y Salgado le acompañarán.

Mientras los hombres de Paco estrechan el cerco para intentar atrapar a Satán, las proposiciones de matrimonio se suceden en la comisaría de San Antonio. Curtis pide a Rita que se case con él y ella accede, anunciándolo a todos sus compañeros; el único que no sabe nada es Povedilla, que no estaba presente. Cuando Curtis y Rita le comunican la noticia, la reacción de Povedilla es proponerle matrimonio también. Por su parte, Paco y Salgado se reencuentran por primera vez después de que ella saliese del hospital; él la perdona por todo lo sucedido y termina declarándose.

Aitor deja claro a Lis que no siente nada por ella y le pide que le deje en paz. Sin embargo, no les queda más remedio que seguir trabajando juntos en el caso del caníbal satánico. Antes de desaparecer, Deker había descubierto que todas las víctimas tenían el mismo grupo sanguíneo que Damián Vallejo, el padre de Satán, Paco incluido y que Paco le había donado sangre en un accidente de tráfico que tuvo lugar años atrás.

Mariano, Goyo y Dani están en la comisaría con los seguidores de Satán que detuvieron en el operativo del hospital y se disponen a interrogarles. Blackman acude allí porque presiente que algo no va bien, pero Amaia le convence de que todo está en orden y le convence para que se vayan a casa.