Sinopsis
Tras los angustiosos momentos vividos durante el secuestro de la comisaría, Paco se derrumba en la consulta del psiquiatra y confiesa que su vida es una equivocación. Por una parte, su mujer está a punto de serle infiel con Mariano, uno de sus mejores amigos, pero el inspector es incapaz de reprocharles nada, pues reconoce que ha descuidado a su familia. Por otro lado, su hija Sara, que acaba de cumplir 18 años, decide abandonarles y marcharse con Lucas, otro de sus mejores amigos, a Madagascar.
Povedilla sólo quiere salir corriendo hacia el hospital donde están ingresadas Rita y su hija recién nacida. Sin embargo, se ve obligado a quedarse en la comisaría para declarar como testigo del secuestro que acaban de sufrir. Lo que iban a ser 20 minutos se convierte en una eternidad cuando el policía agarrar una mochila que han abandonado los secuestradores. Pronto descubren que se trata una bomba preparada para explotar en cuanto Povedilla haga cualquier movimiento.
Montoya sufre un terrible golpe emocional cuando Ruth, la mujer que ama, muere a manaos del comisario Don Lorenzo, el hombre que más admira. Pero lo más duro va ser aceptar que la mujer de la estaba enamorado era una infiltrada de la banda de policías corruptos que mantuvo en jaque a la comisaría. Montoya se culpa de no haberse dado cuenta de que se trataba de una impostora y vaga por la comisaría con el ánimo destrozado. Sólo Povedilla se da cuenta de que su superior está al borde del suicidio.