Sinopsis
El día de la boda de Santiago y Lourditas se aproxima pero los contratiempos parecen multiplicarse.
Diego, muy afectado por la crisis que atraviesa su matrimonio, se niega a ser el padrino de la boda de su hermano argumentando que está lisiado. Fiti se ofrece a sustituirle pero desde ese mismo instante la fatalidad se cierne sobre todo lo que tiene que ver con la boda. Santi, convencido de que el mecánico de Santa Justa está gafado, decide buscar otro padrino.
En la tintorería el vestido de la novia aparece destrozado, en la empresa de alquiler de vehículos se quedan sin limusinas, los anillos se pierden y ni siquiera hay cura que oficie la ceremonia. Por ello, Lourditas empieza a pensar que quizá todo lo que está ocurriendo sea una señal divina para que evite el enlace.
Diego trata sin éxito limar diferencias con su mujer, que cada vez se muestra más distante. Lucía confiesa a Candela que se besó con Paul, algo a lo que no parece dar importancia pero que intenta evitar que Diego lo sepa. Su marido, que presenció la escena, utiliza a Fiti, al psicólogo del colegio y a Carmen como confidentes, lo que indigna aún más a su mujer y empeora la situación.
El verano ha llegado pero las clases no se dan por terminadas, ya que, algunos alumnos tienen que asistir a clases de recuperación. En el colegio se ha habilitado un aula de estudio y, para desgracia de Guille, el encargado de vigilar las clases es Humberto. El joven descubre que el novio de Teté está saliendo también con Lorena y no deja escapar la oportunidad para hacerle ver a su hermana que Humberto no es lo que parece.