Nunca subestimes el poder de un ñu

Marcos decide marchar al pueblo con sus abuelos para olvidar a Eva y además aprovechar para estudiar. Cuando está listo para salir llegan a la casa Eva y su antiguo novio, Joan Manuel. Raúl le pide Marcos que no se vaya ya que el catalán viene dispuesto a conquistar a Eva. Sin embargo, a pesar de los consejos de su amigo, decide partir. Raúl le promete que él hará de guardián y velará porque no pase nada entre ellos. El hijo de Fiti se mete tanto en el papel de velar por los intereses de su amigo que incluso se hace pasar por él ante una discográfica.

A Candela le roban en la escuela un ordenador portátil en el que guardaba los exámenes y los expedientes de los alumnos. Ella cree que los autores del robo son los más pequeños pero no tiene pruebas y no puede tomar medidas. El enfado de Candela aumenta con una carta que recibe de la asociación de padres en la que argumentan que la causa del fracaso escolar y el vandalismo en el colegio son fruto de una mala gestión de dirección. Candela, preocupada por la seguridad en el colegio, decide poner cámaras de video en todo el edificio para controlar a los alumnos.

Candela está preocupada por los problemas que tiene en el colegio y se muestra reacia ante los intentos seductores de Fiti. El mecánico ha encontrado un remedio para atraer a su mujer, se trata de un potenciador de la líbido femenina que consiste en un extracto de feromonas de ñu. Por otra parte Santiago se enamora de una enfermera y hace todo lo posible por conquistarla. Tanto es así que para acercarse a ella va al hospital a someterse a varios reconocimientos y en uno de ellos le detectan almorranas. Su pretendida es la encargada de curárselas.