Un año selvático

“Los hermanos Serrano” acusan en su recaudación la apertura de una terraza de moda que han inaugurado en frente de su local. Santi propone cerrar la taberna y pasarse “un año selvático” pero Diego no se lo puede permitir. Lucía y Candela les dan consejos para revitalizar el negocio, pero ellos no consienten que sean las mujeres quienes les aconsejan. Las dos profesoras, cansadas de sus comentarios machistas les proponen subarrendar la taberna por las tardes para demostrarles sus habilidades hosteleras.

África, Raúl, Chuky y Marcos han formado un grupo de música y van a tocar en el concierto de los Cuarenta Principales. Raúl cree que es la oportunidad de su vida para triunfar y hacerse un hueco en el mundo de la canción. El hijo de Fiti cree que la mejor manera para llegar a la fama es llamando la atención y para ello, el primer paso es buscar un nombre para el grupo que sea extravagante y sonoro. Los componentes del grupo deciden apoderarse “Los berberechos”. Como segunda parte de la estrategia que Raúl ha ideado está el aprovechar la rueda de prensa que van a dar los cantantes más conocidos para hacerse notar.

Carmen está muy afligida porque últimamente han fallecido varios de sus amigos coetáneos. La abuela de “Los Serrano” se angustia pensando que los años pasan y se quedará sola. Guille se interesa por ella y Carmen le cuenta que le encantaría encontrar al único de sus amigos que aún queda vivo. El pequeño ve en esta situación una forma de negocio y se ofrece para encontrarle en Internet a cambio de dinero. Guille consigue localizar al prestigioso químico pero descubre que está muy enfermo y que no podrá ponerse en contacto con Carmen.