El jamón maltés

Diego, inmerso en varios problemas, recibe la visita de Marcos, que regresa a casa para que su padre pueda conocer a su nieta Chloé y encuentre en ella un motivo de alegría y distracción.

Sin embargo, tras la llegada del joven comienzan a surgir algunos problemas relacionados con su amigo Raúl, que pretende encontrar en él al confidente perfecto de sus problemas amorosos con África. Marcos, por su parte, también tiene la oportunidad de escuchar la versión de los hechos de boca de la propia África, quien no duda además en presentarle a su nuevo novio, Manu, con quien el joven entablará una buena amistad. Cuando Raúl se entera de la complicidad que hay entre ambos lo considera una traición.

Lo que en un primer momento iba a transcurrir como una visita de carácter estrictamente familiar se va tornando en un cúmulo de complicaciones que amenazan con retrasar la vuelta de Marcos a Francia.

La vuelta de Marcos no será la única en Santa Justa, ya que otro de sus personajes, José Luis regresa por sorpresa al barrio tras pasar un largo periodo en ultramar trabajando como marinero. El hermano de Lourditas propone a su esposa la idea de trasladarse a la isla de Malta para montar un hotel, negocio que también plantea a Raúl y que Fiti ve con recelo. La desconfianza del mecánico hacia su cuñado enfrenta a ambos hombres y crea un distanciamiento entre Choni y Fiti.

Cuando Diego se reincorpora a la taberna, le comunican que Emilia ha puesto en venta el establecimiento. Poco después, recibe la indemnización del seguro de vida de Lucía, importe con el que desea recuperar la propiedad del local. Como la cantidad resulta ser insuficiente, el tabernero se ve obligado a pedir un préstamo al banco.