El hombre que susurraba a las frutitas

Un preservativo encontrado en el retrete traerá de cabeza a toda la familia Serrano. Por otro lado, la sobrina de Lucía, Ruth, hará acto de presencia en la casa.

En el colegio, los más jóvenes reciben una clase de educación sexual en la que se les explica para qué sirve un preservativo y cómo utilizarlo. Guille se queda preocupado ya que considera que no está lo suficientemente dotado como para llenar el artilugio que les han mostrado. Para saciar sus dudas decide hacerse con uno y comprobarlo en su propia casa.

Teté comparte habitación con sus hermanos para dejar que Marcos y Eva pasen la noche juntos. Cuando Diego se entera, monta en cólera y acusa a los mayores de la casa de atascar el inodoro con un condón. Harta de tantas presiones, Eva comienza a considerar la oferta de su padre. Sergi le ha conseguido unas prácticas de psicología en Barcelona y la joven se da cuenta de que en su casa jamás tendrá intimidad e intenta convencer a Marcos para que le acompañe.

Según un test psicológico, Raúl no está capacitado para cursar ninguna carrera universitaria. Todo cambia cuando sus padres descubren su verdadera vocación, el joven quiere ser piloto de aviones. A pesar de que se trata de una profesión muy cara, Fiti realizará todo tipo de artimañas para obtener el dinero necesario.

Además, los Serrano reciben la inesperada visita de Ruth, la sobrina de Lucía que se presenta en la casa para quedarse unos días. La estancia de la joven se alarga más de lo previsto y su carácter liberal y desenvuelto provoca una pequeña revolución en la familia.