La segunda tanda de capítulos de 'Luis Miguel: La serie' versa sobre la necesidad que tiene el protagonista de la historia para con la conciliación de vida profesional y familiar. De hecho, las dificultades a las que se enfrenta no son nada fáciles, sobre todo, por la gran fama que ya sobrepasa las fronteras del país que lo vio nacer. ¿Qué aspectos concretos son los que no hacen posible que esta unión acabe siendo algo a prueba de bombas?
Todo ello se explica a partir de dos líneas temporales: la primera ubicada en los años noventa termina por dar paso a la década de los años dos mil, cuando el famoso intérprete consiguió llenar estadios gracias a sus famosas rancheras. No obstante, hay un hecho que consigue desesperar al cantante y lo impulsan a encontrar la verdad, esa que siente que le están ocultando sobre la precipitada y misteriosa desaparición de su madre.
Al mismo tiempo, la custodia de Sergio es algo que le sigue quitando el sueño. De hecho, no duda en luchar contra viento y marea para conseguir a todos los efectos que conviva con él. Sin embargo, las noticias devastadoras minan la moral de Luis Miguel, que sigue consumiéndose poco a poco por todo lo que envuelve a su madre. ¿Terminará por conocer la verdad en algún momento?
La vida familiar no se estabiliza del todo pese a los intentos del cantante. Es más, los celos siguen aflorando por doquier, aunque lo realmente importante no son los focos y el reconocimiento, sino conseguir tener cerca a los suyos, pase lo que pase. Por otro lado, el Festival de Viña del Mar aparece por primera vez en la carrera del cantante, algo que, sin duda, se erige como un punto de inflexión en el protagonista de esta ficción basada en hechos reales.