Sinopsis
En el cuartel están consternados tras encontrar el coche de Murillo carbonizado con un cuerpo en su interior. Todo parece indicar que Sonia ha muerto. Sin embargo, el informe forense les concede un halo de esperanza, el cadáver no es de Sonia sino de Salva. Pero, entonces ¿dónde está Sonia? Sara le dice a Raúl que cree que la desaparición de Sonia y las extrañas muertes y sucesos que están ocurriendo en el pueblo tienen que ver con una misteriosa carta que su marido envió antes de morir y que ahora ha vuelto a sus manos.
Ernesto se empeñará en inmiscuirse en las investigaciones de su hija y hacer valer sus conocimientos como forense, aunque para ello tenga que pelearse con Marcela o destrozar la cocina con una explosión causada por sus experimentos.
Durante la investigación, Raúl se confiesa ante Sara y le cuenta algo que lleva mucho tiempo atormentándole: que cuando era pequeño vio al hombre lobo matar a su padre. Entre ambos se crea una emotiva atmósfera, por fin se dejan llevar por sus sentimientos y terminan besándose.
A medida que Leire avanza en su lectura del libro de Fray Bernardo de Espinosa va atando cabos y dándose cuenta de lo que es Joel en realidad. Muy pronto descubrirá su secreto y Joel no podrá hacer nada por evitarlo.
La madre de Ricky ha desaparecido y, aunque al principio piensa que es una más de tantas otras veces que se ha ido con algún hombre, todo cambia cuando la Policía encuentra su coche abandonado en el bosque con todas las puertas abiertas. Los chicos deciden emprender su propia investigación para no tener que dar explicaciones a nadie. Si se enteran de que la mujer está en paradero desconocido, Ricky y su hermana irán directos al servicio de protección de menores.