Sinopsis
Todos los meses la misma historia: Fran revisando facturas y echando cuentas para convencer a su familia de que hay que ahorrar. ¡Ay inocente! Quienes sí ahorran y consiguen que Hacienda les devuelva dinero son Pati y Pelayo, tanto que no saben ni qué hacer con los ahorrillos. Están pensando en un viaje a París cuando sus vecinos, los Camacho, les convencen de que lo mejor sería invertir ese capital añadiendo una nueva habitación a su casa. Los Camacho les concederán el permiso de obra.
Decidido. Pati y Pelayo buscan los planos e inician los trámites para ampliar su hogar. Pero ¿a qué destinar la nueva habitación? Fran y Lola tienen mucho que opinar. Fran trata de convencer a Pelayo para que instale una sala de billar para jugar juntos, al tiempo que Lola hace lo propio con Pati: un pequeño gimnasio es lo más conveniente para ellas dos. ¿Sala de billar o gimnasio?
Ni Lola ni Fran están dispuestos a renunciar a sus planes y presionan a la pareja contraria cada vez más. Pelayo y Pati están dispuestos a claudicar a favor del otro con tal de no discutir. Después de tanta verborrea interesada, Pati y Pelayo tienen que deliberar, y llegan a la conclusión de que lo mejor es hacer una habitación privada para los dos, una sala en la que compartir sus momentos íntimos.
Lola y Fran no dan crédito. Acusan a los vecinos de utilizarles para conseguir la licencia. Dicen sentirse manipulados. Los De López no salen de su asombro. Se suspende la obra.