Adelgazar con alegría

Lola está fastidiada porque Fran prefiere ver en la tele una película sobre azafatas un tanto ligeras de cascos a ser "amable" con ella. Aunque intenta presionarle para que le haga más caso, no va muy lejos porque llegan Pati y Pelayo. Mientras éste se sienta a ver la película con Fran, dejándose convencer por él de que dé rienda suelta al animal instintivo que todo hombre lleva dentro, Pati trata de animar en la cocina a Lola, que siente que su marido está cansado, tras 17 años de matrimonio. Pati, con la seguridad que le da su propia experiencia, le dice que la solución a sus problemas se llama "delganergía", una dieta revolucionaria que a ella y a Pelayo les ha funcionado muy bien, sobre todo en el terreno sexual. Le recomienda no sólo que la intente ella, sino que implique también a su marido.

Lola no tiene en principio ningún interés en seguir la dieta, pero el enésimo rechazo de Fran la aboca a ello. En un primer momento, la hace ella sola, pero su mal humor, que va en aumento, termina pagándolo Fran. Éste, por consejo de Pelayo, acaba incorporándose a la dieta, ya que "haciéndola juntos, podéis dejarla juntos".

Tras dos días de dieta, la vida en el hogar de los Camacho se convierte en un infierno mayor al habitual, donde los niños son castigados sin motivo y los adultos acaban tirándose las espinacas a la cara. Esa noche en el dormitorio, el enfrentamiento entre Fran y Lola llega a límites insospechados, con Fran arrodillado implorando a Lola que no destruya lo que él más ama: el carnet de socio del Atleti. Finalmente, tendrá que recurrir a un imaginativo golpe de efecto para que la paz vuelva a su vida.