Sinopsis
Los gastos familiares son cada vez más elevados y Fran no consigue recortarlos. El Ayuntamiento ha colocado unas farolas en la calle y va a cobrarles 50 euros por la instalación. Además la compañía telefónica cada vez les cobra más; al repasar la factura de ese mes aparece una llamada a París que nadie ha realizado, se trata de un error.
Fran está dispuesto a defenderse de las injusticias, sobre todo de las que afectan a su bolsillo. Se presenta en las oficinas de la compañía telefónica para reclamar, pero sólo consigue que les corten la línea y anulen todos sus móviles.
Es la guerra, no la de Fran, sino la de su propia familia contra él. No quieren vivir sin teléfonos. Lola necesita hablar con su madre a diario, Belén, cotillear con sus amigas. Fran no quiere ceder, usarán el teléfono público y sólo cuando sea imprescindible. Los vecinos, Pati y Pelayo, también sufren las consecuencias del corte de línea porque ahora todo el mundo llama a su número y se pasan el día llevando recados a casa de los Camacho.
¿Cederá Fran al abuso de la gran empresa capitalista? Nunca. Sólo en un caso de fuerza mayor y éste se produce cuando la madre de Lola, harta de no poder comunicarse con su hija, amenaza con ir de visita.