Pérdida mínima

La Unidad de Análisis de Conducta acude a la ciudad de La Plata en el estado de Colorado para investigar una denuncia de abuso sexual a menores. Haciéndose pasar por una experta psicóloga infantil, Prentiss se infiltra junto a Reid en una secta religiosa, dirigida por Benjamin Cyrus. El líder espiritual se muestra como un hombre aparentemente honesto, abierto y preocupado por el futuro y bienestar de los más pequeños. Sin embargo, los analistas federales descubrirán que tras esta fachada se esconde un hombre muy distinto.

Mientras entrevista a Cyrus, Emily vive la experiencia más dramática de su vida cuando inesperadamente un equipo del SWAT cerca el complejo y ella y Spencer son tomados como rehenes por varios miembros armados de la secta. Evitar ser abatida por el fuego cruzado mientras intenta descubrir los oscuros entresijos de la comunidad se convertirá en el principal objetivo de Prentiss en esta situación límite.