Sinopsis
Sheila tiene sólo 10 años, pero va a cambiar la vida de su familia. La niña, hija de un frutero (Mariano Sánchez), y una peluquera (Lola Mingo), gana un concurso musical y se convierte, de repente, en una estrella de la canción. En cuanto empiezan ganar dinero gracias el éxito de su hija, el matrimonio y sus tres hijos (Rafa, Sheila y Pepe) abandonan su antiguo piso en un barrio humilde y se trasladan a un unifamiliar situado en una urbanización de lujo. Por allí pasa constantemente la abuela Críspula, la madre de Lola que odia a su yerno.
Desde el primer encuentro, la relación de los Sánchez Mingo con sus nuevos vecinos es muy accidentada. Ernesto Sandoval, médico de profesión,
y Claudia Valladares, colaboradora de una revista moda y decoración, presumen de exquisitos modales y notable posición social. El matrimonio, que tiene tres hijos (Laura, Bea y Sergio), reacciona horrorizado ante la idea de tener en la puerta de al lado a unos nuevos ricos cuya educación y forma de vida cocha frontalmente con la suya. Entre malentendidos, insultos, balonazos y algún puñetazo comienza la convivencia de las dos familias.
Ernesto y Claudia han organizado una cena en casa. La clínica en la que él trabaja como cirujano plástico no pasa por un buen momento, y Ernesto pretende
que de esa cena salga algún inversor. La irrupción de los Sánchez Mingo en la fiesta provoca un nuevo desencuentro entre las dos familias que se ve suavizado por la actuación de Sheila, que presionada por su madre, se ve obligada a animar la velada con su último éxito musical.
Los hermanos Sánchez Mingo y los Sandoval Valladares tampoco son ajenos al choque entre dos estilos tan diferentes de vida, aunque entre ellos sí hay una coincidencia generacional que puede ayudar en la convivencia. A pesar de las rivalidades, los adolescentes Rafa y Laura pronto se sentirán atraídos el uno por el otro aunque aparentemente se odian. Mientras, Bea empieza a aceptar la amistad de Sheila cuando consigue superar el hecho de que su vecina es una famosa cantante.