Sinopsis
Críspula, la madre de Loli, pasa cada vez más tiempo en casa de su hija, lo que desespera a Mariano. Un día llega a casa diciendo que se ha caído y no se puede mover. Loli decide que se quede en casa hasta que se recupere mientras Mariano, horrorizado ante las perspectiva de pasar tanto tiempo con su suegra, comienza a sospechar que la abuela está simulando para quedarse a vivir con ellos. A costa de su supuesta invalidez, Críspula convierte al pobre Mariano en un esclavo.
Laura se ha comprometido a organiza las Jornadas Olímpicas del colegio y anda buscando voluntarios que colaboren o participen en ellas. Finalmente, Rubén y Rafa compiten en el apartado de fútbol. La rivalidad entre ambos jóvenes se pone de manifiesto desde el primer momento. Los chicos comienzan a retarse y a pincharse hasta rozar la agresión. Laura hace todo lo que puede por acabar con este comportamiento que está poniendo en juego su trabajo y que rompe las más elementales normas del juego limpio.
Mariano y Ernesto alimentan sin complejos su rivalidad. Ahora Mariano se ofrece a llevar a todos los niños al cine mientras Ernesto rechaza la propuesta. A partir de ese momento, Mariano se convierte en el padre más divertido del mundo, lo que no le hace ninguna gracia a Ernesto, que comienza a plantearse si es un buen padre. La competencia establecida entre los dos vecinos alcanza también al terreno sexual. Todas las noches Mariano hace demostraciones sonoras de su rendimiento en la cama que alteran los nervios de Ernesto.