Sinopsis
Raúl tiene un sueño erótico con Belinda. Sin embargo, casi se muere del susto cuando repara en que la chica no es Belinda sino Bea. Al día siguiente, como si el sueño hubiese sido una premonición, Bea se presenta en casa. Ha venido a verle unos días y a decirle que le quiere mucho. Raúl, completamente aturdido, tendrá que deshacerse de Belinda para que Bea no sospeche nada. Por desgracia, Bea sospecha y quiere llegar al fondo del asunto. Y Belinda, por supuesto, está dispuesta a ayudarla a que descubra toda la verdad...
Irene pasa los días sofocada de calor, de mal humor y celosa por todas las relaciones amorosas que le rodean. Su madre la convence de que se trata de la menopausia prematura que todas padecen en la familia. Por suerte, Susana, que mantiene una intensa relación con el mecánico, le abre los ojos a la verdad. Así que Irene decide hacerle una visita nocturna nada menos que a... ¡Manuel!
Julia, mientras tanto, no está para escuchar historias de familia, ni peleas... Tiene prisa porque va a una entrevista y necesita dinero. Su madre pasa de ella y le sugiere una vez más que trabaje en la panadería. Julia se va cabreada y es entonces cuando descubrimos la verdad: no hay entrevista de trabajo, no hay nada. Uno tras uno, los entrevistadores le dan largas por teléfono.
Desesperada, recurre a Jaime para deshogarse y éste le confiesa que ha estado pensando mucho últimamente en eso de ser padre. Ambos quedan para cenar y, mientras Julia cree que Jaime le va a pedir que vuelvan a salir, éste se presenta con una sorpresa: un nuevo novio al que Julia conoce bien, o mejor dicho, él la conoce de sobra...
Tras la ruptura con Willy, Magda está destrozada. Pero una mañana decide que ya está bien de llorar por alguien que la ha tratado tan mal. Con lo buena que fue ella... Así que, decide que lo mejor es sonreír mucho y dejar de ser buena... Y, de mala que es, la expulsan del instituto junto con otra chica, que ésa sí que es mala de verdad...
Y Palmira sigue obsesionada en su boda con Gabriel. Hasta tal punto que ya todos en el barrio comentan mientras Palmira planea al milímetro hasta su noche de bodas. Ante tanta presión, Gabriel sufre tremendos ataques de ansiedad.
Por suerte, Mariana le cuenta que han detenido al asesino de Orlando. Pese a la alegría que supone para él, esta no es la solución al problema de su legalización. Lo que no sabe Gabriel es que Mariana ya ha pensado en una solución para ese otro problema...