Sinopsis
A escondidas, citándose por medio de notas clandestinas, Irene acude a diario a casa de Manuel. Una relación que él quiere contarle a todo el mundo, pero que ella prefiere mantener en secreto por miedo a que se rompa la magia. Manuel acepta, pero amenaza con presentarse en casa de Irene en cualquier momento o darle un beso, en la panadería, a la vista de todos.
Jorge, el tocólogo novio de Jaime, aparece en casa para atender el embarazo de Julia, que interpreta sus atenciones como un deseo inequívoco de seducción. Lo peor es que cuando se lo cuenta a Jaime, éste no parece darle importancia y durante una comida en la casa, que ella califica de encerrona, los dos le sugieren abiertamente la posibilidad de un entendimiento a tres bandas.
Julia le trasmite sus temores a Mariana, que prepara la boda con Gabriel con un interés que supera la estricta conveniencia del matrimonio pactado. Palmira todavía sigue convencida de que el peruano se casará con ella y no se da por enterada hasta que recibe la mala noticia de labios de su hija Irene. Palmira parece encajarlo con resignación, pero trama una pequeña venganza en forma de infusión para Mariana y Gabriel aderezada con el laxante más potente del mercado.
Bea se marcha definitivamente a Londres y Raúl busca refugio en Belinda, dispuesta a verse con él pero no a instalarse en su casa. Tendrá que pedir ayuda a la santera y armarse de valor para decirle a Raúl que, justo ahora que no tienen por qué ocultarlo, es cuando han de dejar de verse.
Magda, mientras tanto, sigue expulsada del instituto sin que nadie en su familia se haya enterado. Durante unos días disfruta de su condición de proscrita jugando a ser mala en compañía de una amiga. Willy le manda un ramo de flores como propuesta de reconciliación, pero Magda se niega a responderle, aunque parece estar deseándolo. Al final, el azar los lleva a encontrarse: en plena carrera tras robar una camiseta de una tienda, Magda tropieza literalmente con Willy en mitad de la calle. Es un encuentro feliz, que además permite que la ladrona sea capturada: Magda tendrá que contarlo todo a su madre.
Susana también vuelve a ver a su pareja más duradera: Joaquín, el profesor de autoescuela, al que acude con la excusa de que le ayude a cambiar de coche. No es tan fácil recuperar la confianza mutua, pero Joaquín y Susana no tardan demasiado en volver a entenderse. Y cuando Susana acude a la panadería para contárselo a su amiga Irene, descubre una nota en la que Manuel propone una cita clandestina a Irene... ¿Se acabaron los secretos?