Guiado por la CIA y la DGSE, Malotru huyó a Moscú. Pero la tranquilidad no ha durado mucho, y pronto se ve obligado a colaborar con los servicios secretos rusos. En París, la Oficina de Infiltrados se encuentra en el visor de JJA, el nuevo director de seguridad interna de la DGSE. JJA está convencido de que es necesario limpiar la ODI, ya que permaneció demasiado tiempo bajo la influencia de Malotru.
A pesar de esto, la ODI lanza una nueva misión de gran magnitud: se envía un agente clandestino entre los hackers rusos de Moscú. La guerra cibernética requiere la articulación de la inteligencia humana y técnica. Los especialistas de la inteligencia artificial de la DGSE serán sometidos a presión. Un joven geek de la DGSE, César, también se está preparando para ir a tierras rusas, donde abre este nuevo frente de la guerra cibernética.
Paralelamente, Jonas, el analista de Siria, es responsable de encontrar a los jihadistas franceses más peligrosos después de la derrota de Daesh. Su búsqueda lo lleva a través de un Medio Oriente en ruinas. En Mosul, Rakka o Damasco, se enfrenta a la terrible realidad de los campos de guerra.