Litchfield ya no volverá a ser lo que era. Y es que, tras el final de la quinta temporada que nos dejaba a las reclusas divididas, en la nueva tanda de episodios de la sexta temporada de 'Orange is the New Black' descubrimos que todos los personajes que conocíamos hasta la fecha pasarán a estar divididos en dos centros penitenciarios.
Por un lado, las reclusas que fueron las últimas en ser liberadas y a las que responsabilizaron del motín serán interrogadas hasta esclarecer quién fue la responsable de la muerte de Piscatella, el guardia que, de hecho, las tomó a ellas como rehenes y que en realidad fue asesinado por los propios miembros de los antidisturbios, que le atacaron cuando finalmente pudieron entrar en la prisión para hacerse con el control del motín.
Sin embargo, las autoridades tratarán de esconder su fallo y para ello se empeñarán en culpar a una de las reclusas. Lamentablemente, todo apuntará a Taystee, quien en la pasada temporada ya había dejado clara su animadversión al guardia y que ahora se convertirá en la víctima perfecta de un complot policial. Sin embargo, lo que la reclusa no verá venir es que, cuando pensaba que iba a contar con el apoyo de la que ella consideraba su familia, se sentirá más sola que nunca en el nuevo centro de alta seguridad.
Alex, por su parte, vuelve a ser el gran interrogante en el arranque de la quinta temporada. ¿Qué ha pasado con ella? ¿Por qué no está junto al resto de presas si todas fueron liberadas al mismo tiempo? Lo cierto es que, de nuevo, Piper vuelve a temerse lo peor. Esta será una de las principales incógnitas en el arranque de la temporada.
El tráfico de drogas regresará a la trama principal de la serie, involucrando a inesperadas convictas. Mientras, Lorna afrontará su embarazo en la prisión y veremos a dos nuevas reclusas convertidas en las líderes de la prisión. Hablamos de Carol (Henny Russell) y Barb (Mackenzie Phillips), dos hermanas enfrentadas entre sí que lucharán la una contra otra por el control de la cárcel, dado que cada una dirige módulos distintos. En esa lucha se verán envueltas las que un día fueran las presas estrella de Litchfield.