Piloto (II)

Tras el sobresalto nocturno, Jack y Kate junto a un tercero llamado Charlie parten al día siguiente para encontrar la cabina del avión (cuya localización conocen más o menos) y así obtener el trasmisor para pedir ayuda. Cuando alcanzan el morro del avión, encuentran al piloto, que ha sobrevivido, y les explica que debido a que variaron el rumbo sin avisar, nadie sabrá donde se encuentran y que los equipos de rescate buscarán en el lugar equivocado. Obtienen el trasmisor, pero este no funciona. Para mayor problema, son atacados por una enorme bestia que coge al piloto, matándolo.

Al llegar a la playa de nuevo informan a sus compañeros de lo sucedido y uno de ellos, Sayid, se ofrece a echarle un ojo al aparato. Sayid concluye que no parece haber un problema grave con el trasmisor pero que lo mejor sería subir a algún sitio alto (la isla tiene algunas montañas) para que la señal se pueda recibir y trasmitir con mayor facilidad. De ese modo, se organiza otra partida con Kate, Charlie, Sayid, Boone, Sawyer y Shannon.

En su ascenso, se topan con un gigantesco oso polar que Sawyer abate a tiros porque lleva una pistola. El grupo se quedan absolutamente alucinado ante el hecho de que exista un animal así en una isla del Pacífico y comienzan a preguntarse qué clase de cosas les esperan en la isla. Además, Sawyer les dice que la pistola era de un pasajero del avión, un U.S. Marshall, por lo que deducen que entre los pasajeros había un prisionero que ahora podría estar entre ellos.

Cuando les queda poco por llegar, Sayid prueba la radio y emocionado ve que están emitiendo y recibiendo señales. Sin embargo, hay una enorme interferencia que achaca a otro emisor, situado en la misma isla. Escuchando el mensaje, que está en francés, descubren que se trata de una señal de emergencia automática en repetición constante de una única superviviente de otra tragedia y, debido a un código automático que lleva el mensaje, Sayid hace un cálculo mental, afirmando que esa señal fue enviada por primera vez hace más de dieciséis años.

Charlie formula la pregunta que todo el mundo se está haciendo, "¿Dónde demonios estamos, gente?"