Ramy es un joven egipcio-americano que busca su lugar en un mundo moldeado por su fe musulmana, su comunidad y las sensaciones propias de la generación millennial. Por ello, inicia un viaje espiritual intentando encontrar el equilibrio entre estas facetas.
A lo largo de la temporada, el espectador va descubriendo quien es realmente Ramy, un joven musulmán, criado en Nueva Jersey, enfrentado y confundido con él mismo y con el ambiente que le rodea. Su gran propósito es no permanecer al margen de la sociedad, sino que pretende evolucionar a su vez, modelando así la controvertida relación que mantiene con la religión, sin tener que renunciar a ella. El ir adaptándose es el gran reto del egipcio, pero gracias a su progreso, consigue acomodarse poco a poco al cambio.
La ficción se basa en el contraste entre varias culturas y cuenta con el gran aliciente de ser contada desde el punto de vista de un musulmán. Por un lado, conocemos a un Ramy al que le encanta salir de fiesta, ligar con chicas o estar enganchando a las redes sociales todo el día y por el otro, lo difícil que le resulta ahorrar suficiente dinero para poder independizarse y largarse de casa de sus padres o el dilema de encontrar a una buena mujer musulmana con la que formar una familia.