Sinopsis
Desoyendo los consejos de Pullo, Voreno regresa con sus hijas y con Lucio. Enseguida se les suma Lyde y se someten a un ritual de purificación para lavar sus pecados.
Al no haber podido triunfar en Roma, Octavio presiona a Cicerón para que lo nombre cónsul, prometiéndole no tomar ninguna decisión sin informarle primero. Octavio se reúne con Atia y Octavia: una le pide que la perdone, mientras que a la otra no le gusta el hombre en que se ha convertido su hermano. Nada más ser nombrado cónsul, Octavio coge al Senado y a Cicerón por sorpresa.
Voreno trata de restablecer la paz entre Memmio y Cotta, que se preguntan si no ha perdido su impetuosidad.
A fin de vencer al ejército de Bruto y Casio, dos rivales aceptan pasar página y olvidar sus divergencias.