Sinopsis
Adela recibe la negativa de Marina para participar en la conferencia que han organizado para concienciar a las mujeres del cáncer de mama. La enfermera no quiere estar cerca de Blanca y menos ahora que le obligan a declarar en el Tribunal Eclesiástico que su matrimonio fue un error. Así pues, Blanca, que ha conseguido recuperar poco a poco su vida, pide a Cristóbal que dé él la conferencia y el médico acepta encantado. Doña Dolores, que nunca estuvo de acuerdo con que Marina participara, se interesa por el evento cuando descubre que la mismísima Reina va a asistir. Es una ocasión única y lo mejor es que Marina no esté por medio. En Arganzuela, Celia oculta en su casa a su hermana Elisa muy a su pesar. La pequeña no ha ido a Alemania a la espera de reencontrarse con José María. Afortunadamente, su amigo Carlos le cuenta que ha averiguado que está en Argentina. Celia, que tiene miedo a raíz del asesino que anda suelto, le pide a Elisa que ni se le ocurra salir. Su preocupación se agrava cuando Bernardo le dice que el detective encargado de buscar a Aurora, abandona al haber llegado a un callejón sin salida. En la casa de las Silva, Rosalía descubre que Beatriz mantiene relaciones con don Luis y aunque éste le ordena callar, la mujer no tiene más remedio que contárselo a Salvador, lo que ocasiona un enfrentamiento y mucha tensión en la casa.Tras su mala experiencia con don Ricardo, Germán se interesa por un negocio de inversiones que le ha presentado un desconocido que promete muchos beneficios. Así, convence a su hermana Antonia para que le deje invertir sus ahorros. Por su parte, Bernardo, que ha ocultado que fue él quien denunció a Germán, ha iniciado una relación con Carolina y está dispuesto a hacer lo que sea para que ésta no se estropee. Lo mismo que Blanca, que presiona a Rodolfo para que le conceda la nulidad de su matrimonio y así poder iniciar una nueva vida con Cristóbal.La noticia bomba llega de la mano de Francisca, que, vía telefónica desde Roma comunica a su hermana Diana que está embarazada. ¡Y no quiere estarlo!