Cata de vinos

La guerra ha estallado. Alemania ha invadido Bélgica por sorpresa. La inquietud se vive en cada rincón de Madrid y nuestros protagonistas no son ajenos a ella. Rosalía se queja de que en el mercado no hay casi comida. Los alemanes aumentan su pedido de telas. Rodolfo es reclamado para actos públicos y lo mismo pide la reina a Blanca. Y mientras tanto, Francisca aún no ha llegado a España. Don Luis la espera con impaciencia, mientras continúa con su peculiar relación con Beatriz, que cae una y otra vez en sus garras. Blanca es instada por la reina Victoria Eugenia para implicarse en causas humanitarias ahora que ha estallado la guerra en Europa. Blanca acepta y Cristóbal la anima a regresar cuanto antes a casa, ahora que su madre y Rodolfo ya están mejor. Pero el mayor de los Loygorri se ha acostumbrado a tener de nuevo a su esposa en casa y ahora no quiere renunciar a ella tan fácilmente...

Elisa es quien regresa al hogar de las Silva una vez lo notifica a su padre, que se muestra más que harto de las idas y venidas de su benjamina. Antonia se cita con Gabriel y le cuenta que desea volver a ser la dueña del ambigú. Éste se muestra comprensivo y se ofrece a ayudarla para recuperarlo. Cuando Antonia busca un acercamiento con Merceditas y Raimundo para proponerles recomprar el bar, se topa con un matrimonio muy mal avenido a cuenta del negocio. Salvador ha preparado un viaje sorpresa para Diana con el objeto de alejarla de la fábrica y las preocupaciones. Para ello, deja a cargo de todo a Germán y a Benjamín. Diana acaba claudicando y Salvador la lleva a un hotel con viñedos en un paraje de ensueño, donde conocen a Federica Calvo, una anciana trotamundos bastante peculiar. Celia ayuda al inspector Velasco con el caso del asesino del Talión, que se ha estancado, cuando recibe una carta de su amada Aurora...