Solo el adiós es posible

Velasco sigue con su investigación para comprobar si el chófer que acaba de morir es el asesino del Talión. Una pista le llevan hasta una antigua novia. Pero es Francisca quien da la pista definitiva encontrando el nexo de unión del hombre con la familia. La tía Adolfina llega de visita, pero las hermanas prefieren ocultarle la situación tan penosa en la que se encuentra Adela para que no sufra. Leticia, instalada en casa de Adela, le hace la vida imposible con sus exigencias y le restriega por la cara sus planes para quedarse con el dinero del anciano con el que se va a casar, lo que será su perdición. Harta de la situación, Antonia le da una idea a Adela que la librará de Leticia para siempre. Por otro lado, Diana y Salvador se disponen a poner en marcha el plan para arrebatarle a Braun el dossier que obra en su poder. Pero en el último momento a Salvador le entran las dudas por la peligrosidad de la misión. Seguir o no depende de Diana.

En cuanto a los Loygorri, Rodolfo le cuenta a doña Dolores que las cosas entre Blanca y Cristóbal no van bien, pero la matriarca aconseja a su hijo no meterse. Cree que la relación se romperá por sí misma. Y no anda desencaminada. La condena a garrote de Inés agravará la crisis en la pareja hasta un punto de difícil retorno. Mientras, Elisa aprovecha la ausencia de Sofía para verse con Carlos a escondidas. Sólo Merceditas conoce lo que está sucediendo entre ellos. A pesar de sus advertencias, Elisa continúa con su relación arriesgándose a ser descubierta. Lo que casi ocurre cuando un testigo incómodo intuya lo que está pasando entre Carlos y la pequeña de las Silva. Beatriz sobrevive al intento de suicidio. Gabriel, sintiéndose culpable, visita a la mujer y se lleva una sorpresa al descubrir su embarazo. La aparente calma en la relación entre Francisca y Luis se verá alterada por el encuentro con Gabriel. Las consecuencias del mismo llevarán a Francisca a tomar una decisión que afectará a su futuro.