Sinopsis
Diana y Salvador se enfrentan a una noche de insomnio con Eugenia. Para colmo, Diana encarga a Salvador que se ocupe él de atender a Alonso. Elisa quiere un viaje de novio al estilo de La vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne. Ciro la baja de las nubes: sus padres quieren que regresa nada más casarse a Valladolid para hacerse cargo de una de sus tiendas de ultramarinos.
Soledad y Luis tienen una brillante idea para desplumar a Gabriel: que ella acepte casarse con él en una boda por todo lo alto, de esta forma tendrá acceso libre a los fondos del Conde.
La Reina encarga a Blanca que dirija los actos para recabar voluntarias para las Damas Enfermeras. La Silva se siente halagada, pero el cerco que Emilio tiende alrededor de ella es cada vez más estrecho: si no acepta a sus deseos, la hundirá ante la reina.
Rodolfo también teme por su ascenso político: quiere ser el relevo de uno de los ministros de Dato y, para ello, no duda en pedirle a la Cachetera que seduzca al secretario del presidente para saber quién se ha postulado para el cargo.
Benjamín trata de recuperar a Rosalía, pero se topa con la negativa de la mujer, que no está dispuesta a ser segundo plato de nadie. Tampoco Raimundo las tiene todas consigo: Merceditas se niega a regresar a la ciudad y él ha de elegir si se queda o se va con ella.
Marina se ofrece a ayudar a Cristóbal en un informe que está haciendo conjuntamente con Madame Curie sobre los efectos de las radiaciones en el cáncer de mama. Celia está abatida al ver que Velasco se hunde cada vez más como consecuencia de su fracaso en el caso de Marina. Está dispuesta a confesar con tal de salvar a su amigo de la depresión en la que se ha sumergido…