Sinopsis
Celia sigue destrozada, pero Bruna no permite que se hunda en la pena, así que la obliga a volver a la rutina. Para ello la acompaña a una reunión de sufragistas, aunque ella no entiende muy bien para qué necesita votar una mujer.
Blanca no consigue mucha colaboración de Cristóbal porque el médico tiene mucho trabajo. Junto a Tristán, la hermana Silva estudia las infecciones para entender más del asunto que deberán tratar las damas enfermeras.
Diana está buscando director para la fábrica de Bilbao. Al ver a los obreros parados porque el olor de los nuevos tintes es insoportable, obliga a Benjamín a que vuelvan al trabajo. Salvador tampoco ayuda, enfrascado como está con las carreras de coches.
Elisa descubre el sistema de pago a través de pagarés, y no duda en robar una chequera a Ciro con la que se dispone a gastar sin control.
Antonia quiere que su hijo se case, esta vez de verdad, con Úrsula. Cuando Gabriel se lo plantea a la joven, ésta tiene mucho miedo de pedir la nulidad de su matrimonio porque su marido es muy violento. Gabriel dice que se encargará de todo.
Rodolfo no consigue cómo ganar dinero, así que La Cachetera se ve obligada a actuar de nuevo en el Ambigú, a escondidas de su marido, que no entiende por qué falta de casa.
Carlos está empeñado en ir a la guerra como voluntario. Cristóbal le quita la idea de la cabeza, pero solo de momento.
Marina le dice a don Luis que ha preparado una sorpresa para Blanca, algo que disgustará mucho a la Silva. Y le pide a él que se arregle y luche por recuperar a su hijo.
Elpidia está muy de acuerdo en que las criadas aprendan a leer, tal como piden las sufragistas. Rosalía, en cambio, lo encuentra una pérdida de tiempo.