Sinopsis
En la comisaría se celebra una rueda de prensa donde la propia Lola, en un acto de valentía y de gran personalidad, informa de su agresión. Siguiendo con su juego, el violador pone una nueva exigencia para no volver a actuar. Esa exigencia tiene que ver directamente con Miralles. Le pide que entregue su placa para dejar de ser policía.
Osorio descubre que alguien ha puesto un micrófono inalámbrico en su habitación. Y en el terreno sentimental, Osorio y María, hacen planes de futuro.
La hermana del cliente fallecido en el "Atlas" denuncia al gimnasio por tráfico y venta de anabolizantes. Alicia y Rober se hacen cargo de la investigación y encuentran en las taquillas del gimnasio un alijo de esteroides. Esto puede significar la ruina para Max.
Olga consigue que sus padres acepten que entre a colaborar en la cocina del bar "La Parra" en sus ratos libres.
Ibarra solicita los servicios de Marcelino para cuestiones testamentarias y entre ellos surge una gran sintonía.