Con barbas y a lo loco

El representante de Diana le dice que no quiere seguir siendo su agente porque, mientras los actores se vuelven interesantes con la edad, ella ya es mayor para trabajar como actriz. Diana, desolada, intenta hacerse pasar por hombre pero el resultado no es nada convincente. Gonzalo y el frutero se encargan de darle lecciones para que comporte como un auténtico macho.

Se acercan las vacaciones de Semana Santa y Pablo, Johnny y el frutero planean marcharse a la playa en la furgoneta de este último. Cuando ya tienen cerrado el plan, Mónica les propone pasar unos días en la montaña, donde también acudirá Irene. Al conocer este dato, Pablo cambia rápidamente de opinión arrastrando a todos sus amigos. Sin embargo, hay un inconveniente: Mónica no quiere ir con el impresentable y machista del frutero.

La dueña del “Casi Ké No” tiene otro frente abierto: se va a casar dentro de una semana a pesar de estar enamorada de Gonzalo, que sigue viviendo su historia de amor con Charo. Sin embargo, su novio le abandona y en su desesperación acaba reconociendo su atracción por Gonzalo. Éste, que escucha por casualidad su declaración, no sabe qué hacer.