Decisiones

Una vez roto su matrimonio, Carlota decide marcharse con la niña junto al actor que conoció en su última película. Gonzalo se siente muy sólo y no consigue superar el abandono. Piensa en ella todo el tiempo y no cesa de nombrarla. Sus amigos intentan que se olvide de Carlota y para ello salen con él de fiesta. Sergio y el frutero pretenden que Gonzalo conozca a otras chicas y así deje de lado sus pensamientos. Pero el alcohol y los clubes de alterne son una mala combinación.

Por su parte, Aída está muy ocupada con su trabajo en el bar y ahora que se ha ido Carlota, tiene más tarea en casa de Gonzalo. Como está agobiada, la asistenta decide dejar de limpiar en casa de Sole y ésta le pide a Diana que se encargue de hacer algunas entrevistas para contratar a otra persona.

Pero Diana, lejos de valorar la experiencia o profesionalidad de las candidatas, se queda asombrada con la belleza de la primera joven y la contrata. Se trata de una mulata muy guapa, traductora de profesión, que no tiene experiencia limpiando casas. Sole se da cuenta de que la nueva asistenta no sabe limpiar y cree que debería despedirla, pero su conciencia se lo impide puesto que la chica es inmigrante y necesita el dinero. Es en ese debate ético donde Sole recibirá la visita de los guiñoles de Aznar y Zapatero que le aconsejarán qué hacer.

Vero y Sergio llevan muchos días sin mantener relaciones sexuales debido a que Sergio ha estado muy centrado en sus exámenes. Ella le propone una noche romántica pero él la deja plantada porque va a salir de fiesta con Gonzalo. Cuando Vero descubre entre los apuntes de la Universidad de su novio una revista con un reportaje sobre sadomasoquismo, imagina que le gustan ese tipo de prácticas e intenta complacerle.