Sinopsis
Después de acudir al funeral de una amiga, Sole empieza a plantearse seriamente la posibilidad de hacerse un seguro de entierro. Sin embargo, cuando recibe la visita del comercial de la funeraria, se asusta terriblemente ya que es un tipo insoportable que no cesa de bromear con absurdos chistes sobre la muerte.
Tras varios intentos por encontrar pareja, Aída se siente atraída por un hombre al que no tarda en considerar su media naranja. Se trata del empleado de la funeraria -al que da vida el actor Álex Angulo- un hombre macabro, estrambótico, raro y con un sentido del humor peculiar que conquista a Aída para sufrimiento de Sole que no ve futuro en la relación.
Diana conoce en el gimnasio a la que cree que es el amor de su vida, Carla. Sin embargo, la joven no se atreve a dar el primer paso para mantener una relación con ella. Cuando se lo comenta a sus amigos, le animan a que se sincere con lo que Diana deja en la taquilla de Carla una nota con su teléfono, un beso de carmín rojo y un comentario: “Soy Diana, llámame. No te arrepentirás”.
El frutero se ha trasladado a casa de Gonzalo imponiendo, muy a pesar de Gonzalo y Vero, su particular concepción de la limpieza. Gonzalo le advierte que debe ser más ordenado y cuidadoso, pero el frutero le aconseja que se libere de las “obsesiones de las mujeres” y viva de una forma más natural sin preocuparse por la suciedad.