Capítulo 5

La historia de Mark se descubre plenamente. Cuando vivía en Belfast tenía una novia, Siobhan Doyle. Se suponía que lo siguió cuando se fue a estudiar con una beca, pero nunca lo hizo porque ella murió poco después de su partida y fue informado por su padre, Sean, que ocurrió a causa de la tuberculosis. Sin embargo, había muerto de parto, embarazada del hijo de Mark, sin que él jamás fuera consciente de ello. Sean le mintió para protegerlo, para que pudiera mantenerse alejado de Belfast, no volver nunca más y, finalmente, cumplir con sus deseos.

Pero ahora Mark se da cuenta de lo que Siobhan debió haber sufrido sin él, y tiene el corazón roto. Cuando su familia se enteró de su embarazo, la enviaron a un convento. Mark trata de averiguar todo lo que ocurrió y, para su sorpresa, se entera de que nació una niña, por lo que Mark inicia la búsqueda de su hija. Mientras tanto, ocurre un suceso que le obliga a volver al trabajo: el RMS Olympic, un barco de la misma clase del Titanic, ha tenido un grave accidente y está de vuelta en el astillero. La mayor parte de la plantilla se destina a la reparación del Olympic, y a Mark se le pide que estudie las implicaciones de lo que le ha sucedido a este barco para saber cómo le afecta a la metalurgia del Titanic. Ahora Harland & Wolff debe entregar dos buques con un calendario de trabajo aún más fuerte.