Sinopsis
Cuando Samuel, el contable estadounidense llega a Belfast a trabajar en Harland & Wolff, Mark se pone celoso, aunque para Sofía no es una tentación. El destino de Mark aún es incierto, ya que espera poder encontrar a su hija de alguna forma, todavía tiene esperanzas de poder conocerla.
Por su parte, el sacerdote católico de su vieja parroquia logra encontrar un viejo registro y averiguar que la muchacha se llama Sarah. Mark encuentra una luz a la búsqueda de su hija, pero cuando acude a la dirección que figura en el registro como domicilio, se encuentra con que la chica se había mudado a Belfast con su madre tras la muerte de su “padre”. Mientras, Andrew lucha para equipar el Titanic con bastantes botes salvavidas, pero el Consejo Regulador declara que el número de botes abordo debe reflejar su tonelaje, no el número de pasajeros.
Entre tanto Pirrie y Churchill tratan de hacer una campaña a favor de la autonomía en Belfast, pero la división entre las comunidades católicas y protestantes hace imposible la unión. Pirrie, desilusionado por la mayor parte de sus principios liberales, cae enfermo.