La primera temporada de 'Todos los pecados' nos presenta a Lauri Räihä (Johannes Holopainen), un detective de la National Bureau of Investigation finlandesa, que vuelve a su pueblo natal, Varjakka, una década después de abandonarlo y lo hace para investigar el asesinato de dos hombres. Lo que en un principio piensa que es una decisión fácil porque así podrá huir de los problemas por los que atraviesa su matrimonio, pronto le hará ver que de fácil no tiene nada y que, si creía superado todo lo que dejó diez años atrás, ahora deberá enfrentarlo.
Y es que, cuando Lauri llega a su pueblo conocemos la existencia de la comunidad Laustie, una congregación religiosa que domina el sentir del pueblo y cuyas creencias ultraconservadoras provocaron la marcha del protagonista diez años atrás. ¿El motivo? Su homosexualidad.
Pero en este regreso Lauri no estará solo, sino que lo hará junto a su compañera Sanna Tervo (Maria Sid), quien también lucha contra sus propios demonios internos y que, igual que Lauri, deja atrás una delicada situación personal antes de emprender el viaje a Varjakka para dar con los culpables del asesinato.
Ambos se convertirán en dos personajes incómodos para el resto del pueblo, del que por otro lado, destacarán tres de sus miembros: Aaro, el líder del grupo contrario a la comunidad religiosa, Fahid, el trabajador de una pizzería que, dada su condición de musulmán, se verá obligado a soportar día tras días las vejaciones de los Laustie y Tima, el dueño del supermercado.
Todos ellos serán cruciales a la hora de resolver el caso y, a su vez, servirán para mostrar al espectador los trapos sucios de este pequeño pueblo ubicado al norte de Finlandia.
La temporada cuenta con seis episodios de aproximadamente unos 45 minutos de duración cada uno de ellos.