Ángeles caídos

Zapata pide a Macarena dos millones de euros por el vídeo de su hijo. Encarga el pago a Mateo que, nada más tener el vídeo en su poder, lo filtra a la prensa. En todas las pantallas de televisión, resuena el nombre que Andrea señala como su violador y como asesino de Álvaro y Philip: Hugo. Ante la confesión de la víctima, Hugo poco puede hacer. En su huida, una llamada le convoca en la finca de la familia Medina. Ahí se encuentra a Andrea a punto de ser asesinado por el verdadero culpable: Mateo Medina. Tras secuestrar a Andrea y obligarle a grabar un nuevo vídeo acusando falsamente a Hugo, ha montado esta escena para que muera y Hugo aparezca ante todos como su asesino que él, el tío de la víctima, va a encargarse de ajusticiar. Cuando Hugo va a ser disparado, una bala salvadora impacta en Mateo. Es Zapata. El fin del caso sitúa a todos en su sitio: Macarena, defenestrada de la sociedad marbellí; Benigna, "reina" empresarial de Marbella dispuesta a acometer ella sola la gran obra del puerto de la ciudad; Andrea y Jairo juntos… Y Hugo y Triana también. Pero quedan muchos cabos sueltos: el papel que ha jugado Zapata, su relación con Mateo, la rabia de Macarena, la sed de venganza de la mafia irlandesa, humillada por los Toy Boys cuando les robaron el dinero… Demasiada gente incómoda con la verdad. Tal vez por eso, tal vez, no, en plena celebración por la libertad de Hugo, una explosión hace saltar por los aires el Inferno. Entre el humo y los escombros, Hugo apenas puede ver el cuerpo inerte de Triana.