No quiero bailar

Rafael Amargo está buscando una bailarina para ir de gira con su compañía y así se lo hace saber Diana a sus alumnas. La elegida es Ingrid, decisión que Diana no encaja demasiado bien. A Juan tampoco le entusiasma la idea, Ingrid tendrá que hacer largos viajes y teme que esto les termine separando. Rafael Amargo no puede esperar más y necesita que Ingrid le dé una respuesta definitiva.

Después de perder el bebé que esperaba, Silvia no atraviesa su mejor momento. Rober quiere apoyarla pero ella intenta mantener la distancia con él y da por zanjada la relación. Pedro escucha una de las discusiones de la pareja y se entera así de lo que realmente le ha sucedido a Silvia.

La estudiante no es capaz de enfrentarse con lo ocurrido y no quiere volver a bailar. Diana advierte a sus compañeros que si Silvia no empieza a acudir a las clases tendrá que suspenderla.

Los métodos de enseñanza de Cristóbal volverán a ser centro de polémica en la escuela. La última propuesta consiste en que sus alumnos se enfrenten a sus miedos. Pedro siente pánico a los espacios cerrados y cuando el profesor de teatro le provoca para que lo supere, terminan discutiendo. Mientras Pedro está guardando material en el cuarto de la limpieza, alguien cierra la puerta con llave y el joven estudiante se verá obligado a pasar la noche encerrado.

Los chicos tienen su primera actuación con el grupo musical pero el escaso compromiso con el proyecto hará que la continuidad del conjunto corra peligro. Ingrid no puede acudir porque tiene una cena con Rafael Amargo para hablar sobre su incorporación a la compañía, Pedro está desaparecido sin que nadie sepa dónde se encuentra, Silvia no quiere actuar porque sigue sin querer bailar y Rober también se marcha en el último momento después de discutir con ella.