Atrapada por su pasado

Pedro, Jero y Lola tienen todo preparado para marcharse a Londres, sólo falta pedirle permiso a Carmen. Jero se compromete a hablar con la directora del centro, pero Carmen no está dispuesta a autorizarlo con tan poco tiempo de antelación. Jero no le dice nada a sus compañeros y los tres se marchan de viaje. La grabación del disco deja encantados a los tres amigos, todo está yendo sobre ruedas y sólo el fantasma de los celos, que planea sobre Pedro, parece ensombrecer la experiencia. Sin embargo, las cosas se pueden poner aún peor: Pedro recibe una llamada de Antonio por la que se entera de que en la escuela no están informados de su ausencia.

Todo apunta a que el accidente de Adela va a tener consecuencias. La profesora se ha vuelto a lesionar la rodilla que frustró su carrera años atrás. En la escuela intentan buscar una sustituta para impartir las clases de baile clásico y, en medio de este caos aparece Alicia Jáuregui dispuesta a impartir la asignatura. Para empeorar la situación, Carmen encarga a Diana que se haga cargo del musical puesto que el estreno es inminente. Cristóbal le sugiere a la directora que lo retrase puesto que Adela había puesto toda su ilusión en el proyecto. Los alumnos no parecen muy conformes con la decisión, todos contaban con que les grabarían para salir en televisión, así que Rober llama a la cadena por su cuenta y riesgo.

Cristóbal está volcado en el cuidado de Adela. El profesor de interpretación decide llevarla a su casa, sin consultar con sus compañeros de piso, para poder atenderla mejor. Los cambios que se están produciendo en la escuela a raíz de su accidente hacen que la autoestima de Adela esté por los suelos. Pese a las indicaciones médicas, Adela se presenta en la escuela dispuesta a retomar sus clases, pero lo cierto es que no está preparada para ello. Todo este malestar hace que Adela vea en Cristóbal al culpable de la su situación.

Tanto Ingrid como Diana no quieren ni oír hablar de Juan, pero el profesor de música no desiste en su intento por reconciliar posturas. Ingrid está ofendida y se siente incapaz de perdonar la traición, la primera medida para reponerse pasa por no asistir a las clases de Juan. Mientras, Diana quiere alejarse de Juan puesto que para ella el encuentro que tuvieron significó algo más que para él.