Sinopsis
Las sospechas de Álvaro hacen que Gonzalo busque por la habitación de Bea la documentación de la empresa fantasma. Ante la posibilidad de ser visto, el director de publicidad de la revista se ve obligado a pasar la noche debajo de la cama de la fea.
La llegada de Bea y Carmelo a casa antes de tiempo obliga a Gonzalo a ocultarse debajo de la cama de la secretaria para no ser descubierto. Lo que parecía una solución de emergencia se convierte en una auténtica pesadilla porque, a pesar de todos sus intentos por salir, el joven se ve obligado a pasar allí la noche y gran parte de la mañana.
Álvaro, incapaz de localizarle, se queda muy preocupado y teme que le hayan cogido con las manos en la masa. Entretanto, Paula y Sandra intentan recuperar las maquetas de Benito después de habérselas estropeado, para lo cual no se les ocurre mejor idea que reformatear el disco duro de su ordenador.
Cuando a la mañana siguiente éste es presa de un ataque de pánico al comprobar el tremendo desaguisado, Santi decide ayudarle pero acaba siendo peor el remedio que la enfermedad. Mientras, Bárbara está convencida de que Bea ha descubierto que fue ella la ladrona de la llave de seguridad y alerta a Diego. Éste concibe la malvada idea de dejar la llave en la mesa de Santi para así dirigir las sospechas hacia él y para abrir una brecha en la amistad que le une con la secretaria.