Sinopsis
Álvaro no puede dudar. Cualquier fallo pondría al descubierto su plan y le dejaría en una posición complicada frente a su hermano. Por este motivo, el nuevo camarero de Bulevar sigue al pie de la letra las indicaciones de Diego y realiza todos sus encargos. Tras el último, no le queda más remedio que mentir a Bea y al resto de sus compañeros al negar que ha sido él quien ha pintado el cuadro del director de Bulevar 21.
La jugada de Diego sale tal y como esperaba y consigue la excusa perfecta para castigar a la plantilla. Las consecuencias de la pintada las sufrirán todos: el presupuesto de la cafetería se rebaja.
El estado de ánimo de Álvaro se ve afectado por las mentiras. El joven se siente fatal por mentir a la secretaria, por la que sigue sintiendo algo. Por su parte, Diego está satisfecho al ver como su hermano se humilla ante él y se esfuerza en complacerlo en todo aquello que le pide.
Metido de lleno en su plan, Álvaro tiene que hacer creer a Diego que está totalmente de su parte y que ha cambiado. Persiguiendo sus objetivos, Álvaro revela a Diego los planes de su ex. La joven ha llamado a un inspector de Sanidad para que revise la calidad de los alimentos de la cafetería.
Entretanto, los nervios de Guti y Elena están a flor de piel pensando en su encuentro. Sin embargo, una tarea urgente se interpondrá entre ellos. Diego ordena a Gutiérrez una tarea urgente que le impedirá acudir a la esperada cita. Ante el contratiempo, Guti tiene la idea perfecta: encargar a Elena la tarea. Lo que el jefe de personal desconoce es que ahora será su amada Cleopatra la que no podrá acudir al encuentro.
Mientras, la batalla entre Caye y Nacho continúa. La joven averigua que se ha tenido que duchar con agua fría porque Nacho ha apagado el calentador y no porque haya una avería. La venganza está servida.