Sinopsis
Diego se va quedando sin argumentos y, cada día, sus artimañas son descubiertas más rápidamente.
Su gran aliada, Estela no tarda en enterarse que su jefe compra los ejemplares que quedan en los quioscosy los guarda en un almacén. Es en ese momento cuando el torpe Olarte entra en acción.
El antiguo financiero de la revista es el encargado de deshacerse de los ejemplares, pero como suele ocurrir, el aliado de Diego deja en evidencia nuevamente su torpeza y tarda más de lo previsto en tirar los ejemplares.
Enfadado por la incompetencia de su secuaz y temeroso de que de que alguien pueda descubrir sus mentiras, Diego le pide a Estela que sea ella misma la que se encargue de la misión.
Mientras, Bea sigue investigando lo que ocurre con los ejemplares que no se venden en los quioscos y los motivos por los que, a pesar de que los quiosqueros devuelven gran cantidad de ejemplares, las ventas de las revistas no han descendido.
Mientras, Guti sigue enfadado con Elena. El jefe de personal cree que la historia del chat no era más que una excusa para reirse de él y tomarle el pelo. Aunque Elena trata de explicarle lo sucedido y demostrarle que para ella no fue un juego, Guti no quiere escucharla.
En esta situación, Elena decide no quedarse de brazos cruzados y le envía un e mail en el que le explica todo lo sucedido.
Entretanto, Caye y Nacho siguen sin dar su brazo a torcer y a pesar de sus verdaderos sentimientos tratan por todos los medios negar lo que ocurre entre ellos y no darse una oportunidad. Sin embargo, Richard, que se ha dado cuenta de que entre ellos existe cierta atracción, no puede consentir que su amiga deje pasar la oportunidad de estar con un hombre como Nacho y decide actuar como celestino entre la pareja.
Aunque ambos están reticentes a dar rienda suelta a su corazón, la proximidad de la marcha de Nacho a Bruselas hacen que la pasión se desate entre los dos jóvenes. La atracción que sienten puede más que la cabeza y terminan pasando la noche juntos.