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Araceli decide ayudar a la gente con terapia, al principio sin ánimo de lucro pero que luego animada por su novia y para pagar su futura boda se ve obligada a cobrar un importe a sus vecinos por la orgonita. De repente en la comunidad comienza a suceder hechos que hacen pensar que la orgonita tiene el poder de dar suerte, le toca la quiniela a Vicente, Enrique encuentra el amor... El concejal conoce a Blanca, una joven que a primera vista le enamora y le atrae descomunalmente.

Vicente gana la quiniela y decide regalarle un billete de avión a Miami a Javi para que vaya a ver a Lola, su hijo muy emocionado le daba las gracias. Y rápidamente llamaba a Lola para decirle que iba a ir a verla, en cambio su mujer se mostraba muy reacia con esta visita. Javi desesperado compartía sus miedos con sus amigos en el bar. Todos le animan a que cambiase y que no pensara tanto en Lola y que aprovechara la oportunidad que tenía junto a Raquel. Tras pensarlo mucho, muy decidido Javi besaba apasionadamente a Raquel en el portal ante la mirada atónita de Nines y Judith. Este beso llevó a otro hasta que acabaron en la cama pensando en un futuro juntos. Pero poco les duró esta pasión, Lola volvía inesperadamente de Miami.

Javi desesperado compartía sus miedos con sus amigos en el bar. Todos le animan a que cambiase y que no pensara tanto en Lola y que aprovechara la oportunidad que tenía junto a Raquel. Tras pensarlo mucho, muy decidido Javi besaba apasionadamente a Raquel en el portal ante la mirada atónita de Nines y Judith. Este beso llevó a otro hasta que acabaron en la cama pensando en un futuro juntos. Pero poco les duró esta pasión, Lola volvía inesperadamente de Miami.

Por algún motivo raro Amador no remata la faena, el Cuqui no sabe que su madre le está dando hormonas femeninas para que no mantenga relaciones sexuales con nadie. Esta castración tiene unos efectos secundarios que poco a poco son visibles, náuseas, mareos, le cambia el tono de voz y por si fuera poco le sale leche de los pezones. Y mientras sigue sin poder acabar lo que empezó en el local de intercambio de parejas.

Por algún motivo raro Amador no remata la faena, el Cuqui no sabe que su madre le está dando hormonas femeninas para que no mantenga relaciones sexuales con nadie. Esta castración tiene unos efectos secundarios que poco a poco son visibles, náuseas, mareos, le cambia el tono de voz y por si fuera poco le sale leche de los pezones. Y mientras sigue sin poder acabar lo que empezó en el local de intercambio de parejas.

Por algún motivo raro Amador no remata la faena, el Cuqui no sabe que su madre le está dando hormonas femeninas para que no mantenga relaciones sexuales con nadie. Esta castración tiene unos efectos secundarios que poco a poco son visibles, náuseas, mareos, le cambia el tono de voz y por si fuera poco le sale leche de los pezones.

Justi piensa que Amador es un adicto al sexo, entre que no hace nada, no busca trabajo... cree que su hijo solo está centrado en el placer. Así que decide castrarlo químicamente. Pero por otra parte, la Cuqui quiere satisfacerse sexualmente y le pide 'salami' a Amador.

Antonio Recio fue nominado a los Premios Bogavante de Oro, pero su mayor enemigo en los negocios, Ferrán le arrebató el premio. Como venganza quiso quitarle un próspero negocio que iba a firmar con un importante empresario japonés.

Creyendo haber encontrado al japonés, preparó Mirador de Montepinar para hacerle creer que era la base de 'Mariscos Recios Enterprises', le pagó una capea y una sesión de sadomasoquismo con Nines, todo para firmar el negocio que creía que le haría ganar tres millones de euros. Algo aturdido y asustado por los acontecimientos, el japonés firmó el contrato y se marchó rápidamente.

Antonio Recio fue nominado a los Premios Bogavante de Oro, pero su mayor enemigo en los negocios, Ferrán le arrebató el premio. Como venganza quiso quitarle un próspero negocio que iba a firmar con un importante empresario japonés. Recio mandó a Berta ligarse a Ferrán para sacarle información y quitarle el negocio.

Probando, probando, tuvieron que pasar por la prueba de fuego, tener sexo, para comprobar si eran lesbianas realmente o la desesperación las había llevado por un camino equivocado. La situación comenzó con algo de tensión, pero cuando se relajaron y decidieron consumar aparecieron por sorpresa Antonio y Enrique, creando una situación muy desagradable para ellas y dejándolas sin saber la respuesta a sus dudas...

Una crisis existencial sobre su búsqueda frustrada del hombre ideal llevó a Judith y Raquel a decidir salir de fiesta y desmelenarse, pero un imprevisto hizo que terminaran en la despedida de soltera de Reyes. El acoso de las amigas de la anfitriona hizo que terminaran besándose y diciendo que son novias para que el resto de chicas no las acosasen. El beso significó para ellas algo más que una anécdota y no dudaron en plantearse tener una relación de pareja para ver si en realidad ellas eran su príncipe azul respectivo.

Amador tenía tantas ganas de poder ser 'un vividor follador' que no dudó ni un segundo en acceder a la petición de Violeta, la hermana loca de Antonio Recio. Sin saber cómo quitársela de encima, la llevó a cenar y aprovechó el saludo de una ex compañera de trabajo para decirle a Violeta que era su novia y que no la quería. Embargada por la locura, Violeta cogió una espada e intentó acabar con Amador y su chica, lo que hizo que terminara de nuevo en el psiquiátrico...

Amador tenía tantas ganas de poder ser 'un vividor follador' que no dudó ni un segundo en acceder a la petición de Violeta, la hermana loca de Antonio Recio. La chica acababa de salir del psiquiátrico y estaba deseando echar un pinchito, se lo propuso a Amador, consumaron y se enamoró de él. Para poder quitársela de encima, él le dijo que era agente secreto y que no podía tener una relación, pero a ella le gustó mucho más la idea y decidió quedarse a vivir con él. Recio, para quitarsela de encima, decidió acceder a la petición de su hermana de casarse con Amador y 'se la entregó'.

Mientras tanto, Antonio Recio, que creía ser musulmán, perdió el norte y urdió un plan para hacer explotar una bomba en la feria. Él no pudo hacer explosionar su 'bomba', pero una colilla mal apagada sí, lo que hizo que Enrique y Araceli estuvieran atrapados en una atracción a más de 50 metros de altura durante más de seis horas...

Mientras tanto, Antonio Recio, que creía ser musulmán, perdió el norte y urdió un plan para hacer explotar una bomba en la feria. Él no pudo hacer explosionar su 'bomba', pero una colilla mal apagada sí, lo que hizo que Enrique y Araceli estuvieran atrapados en una atracción a más de 50 metros de altura durante más de seis horas...

Enrique Pastor siempre se ha caracterizado por ser un concejal honrado, pero el ansia por conseguir la alcaldía le nubló la vista. El alcalde le pidió que instalara la feria en honor a las fiestas patronales al lado de Mirador de Montepinar y él aceptó, pero los vecinos se le echaron encima. Para quitarse la feria de encima alegó que las atracciones estaban no cumplían las normas de seguridad, pero el remedio fue peor que la enfermedad.

Antonio pierde la cabeza y decide hacer explotar una bomba en la feria, pero Berta se adelanta para decirle que estaba equivocado y que su verdadero abuelo es español, lo que hizo al pescadero volver a su estado natural...

Antonio Recio no tiene muy buena opinión de los extranjeros, pero todo cambia cuando Parrales le dice que seguramente sus antepasados son musulmanes. El pescadero investiga y se entera de que su abuela engañó a su abuelo, descubriendo que en realidad es nieto de un musulmán. Su delirio le hace pensar que lo mejor es cambiar de religión, una religión de la que no conoce nada y de la que lo único que intenta obtener es el disfrute de la poligamia.

Ser presidenta de la comunidad tiene un riesgo extremo, ya que en cualquier momento los vecinos pueden aparecer dentro de casa sin avisar. Eso le sucedió a Judith, que fue asaltada por sus vecinos mientras intentaba darse un relajante baño de espuma. La presidenta, movida por la sorpresa y por la ira, salió de la ducha como Dios la trajo al mundo, para el asombro de sus vecinos y el deleite de Antonio Recio... La causa estaba justificada, ya que una feria situada al lado del edificio había llenado los alredores de jóvenes haciendo botellón, motivo por el que Judith se quedó sin su momento zen del día.